Blog de Wolfgang A. Streich

Libres del 7mo día – Una búsqueda espiritual

  Por Wolfgang A. Streich

Conmemorando 24 años de mi salida de la Iglesia Adventista en Junio del año 2.000

Sobre el autor: Es paraguayo, 53 años. Bachiller Superior en Teología y Lic. en Periodismo.

Nació y creció en la Iglesia Central Adventista de Asunción. Estudió en el Colegio Adventista de Asunción, en el Instituto Adventista Juan Bautista Alberdi (Argentina) y en la Universidad Adventista del Plata (Argentina), en el Instituto Bíblico Asunción y en la Universidad del Norte (Asunción, Paraguay). 

En su paso por la Iglesia Adventista fue Instructor Bíblico en la iglesia de Punta Alta (Arg. 1992) y en la iglesia de Tres Arroyos (Arg. 1994).  En el departamento de Misión Global: Iglesia Mariano Roque Alonso (Py. 1995); en Santa Rita del Monday (Py. 1996) y cumpliendo funciones pastorales en la Iglesia de San Ignacio Misiones (Py. 1997-1998).

Está casado con Ruth Maldonado y viven en Lambaré, Paraguay. Son miembros de la Iglesia Menonita Anabautista Concordia en Asunción, Paraguay. 

El autor escribe para diversos medios cristianos sobre Biblia y Comunicación, acompaña a alumnos de Teología y Periodismo en sus tesis y dirige el Ministerio Buenas Noticias Ilimitadas #redBnil 

Índice

  1. Definición de Evangelio
  2. 30 años con los adventistas del Séptimo día
  3. Aspectos doctrinales
  4. Algunas aclaraciones
  5. Aspectos de la Historia reciente de la IASD y sus doctrinas distintivas
  6. ¿Hay dos tipos de Adventismo?
  7. Conclusión

Debajo del video está el desarrollo de la historia completa escrita por el autor

1. Definición de Evangelio

El Evangelio es «las buenas, alegres, y felices noticias que hacen que el corazón cante y que los pies dancen».

Muchos hemos intentado cumplir un deseo interior, impulsado a veces por fuerzas externas (mucha “presión religiosa”), queriendo trascender nuestra naturaleza humana y pecadora.

Muchas veces yo mismo en el pasado he intentado hacer cosas fuera de mi alcance, y he quedado en ridículo, ante Dios, ante otras personas, y ante mí mismo. Nos inventamos la innecesaria obligación de ser como Dios.

En consecuencia, sentimos la punzante humillación de no ser suficiente buenos, de ser inferiores y de haber perdido el control.

No tenemos que ser buenos para ser salvos, pero sí tenemos que ser salvos para ser buenos. No se trata de quiénes somos, sino de a quién pertenecemos. ¡Cuán bueno es Dios! «No hay nada que podamos hacer para que Él nos ame más, ni nada que podamos hacer para que nos ame menos».

La paz es una profunda disposición del corazón. Es humildad, es la capacidad de renunciar a la necesidad de ser aprobados por los demás o por nosotros mismos. Esa posibilidad tiene base en la certeza que nuestros aciertos o nuestras faltas en cualquier área no afectan en absoluto el amor de Dios hacia nosotros y nuestros prójimos. La paz que viene de confiar en que Dios acepta nuestro auténtico ser es la base de nuestra capacidad para llevar el amor reconciliador de Dios a otros en los ámbitos más humildes y en las acciones más humildes y cotidianas. (Desmond Ford, citado de William Tyndale).

2. 30 años con los adventistas del 7º día.

Mi nombre es Wolfgang Streich.

Nací en una familia Adventista del 7º día (IASD) bastante de la línea tradicional yo diría, aunque mis padres eran personas con mente muy abierta. Fui bautizado el año 1979 a la edad de 9 años. Amaba a la iglesia Adventista y estaba muy feliz de ser un miembro joven de la misma.

Durante muchos años no se me ocurrió nunca que la denominación en que había nacido podría estar predicando ciertas posturas equivocadas. Mucho menos se me cruzó siquiera por la mente que algún día estaría dejando de ser miembro de mi amada iglesia.

Desde muy pequeño me gustaba leer mucho, y en mi familia teníamos la mayoría de las publicaciones adventistas, desde una enorme colección de libros de Elena de White, otros libros, revistas, y por supuesto el himnario adventista y los folletos de Escuela Sabática.

Estudié en el Colegio Adventista de Asunción toda mi primaria. La educación Media la realicé en el Instituto Adventista Juan Bautista Alberdi (ex IAJBA), donde realmente empecé a identificarme plenamente con la cultura o estilo de vida Adventista, aunque también empecé a cuestionar ciertas contradicciones en la vida de algunas personas.

Mi vida Terciaria comenzó el año 1989 en el Colegio Adventista del Plata (C.A.P), donde inicié mis estudios de Teología. Todo parecía ir rumbo en popa. Mis padres, mi familia y amigos esperaban verme pronto convertido en todo un Pastor. Muchas veces en el seminario llegaron interrogantes y cuestionamientos a mi mente, pero las tomé como cuestiones que seguramente no serían tan importantes, en el contexto de todo lo bueno que tenía la iglesia adventista.

Un hecho providencial ocurrió en este proceso. Sin yo comprenderlo plenamente, ciertas circunstancias me llevaron a realizar un paréntesis en la carrera el año 1990. Sin planearlo siquiera, me ofrecieron estudiar ese año en el Instituto Bíblico Asunción (I.B.A), de los Hermanos Menonitas (los H.M. son una rama de la reforma radical Anabautista del siglo XVI), en Paraguay.

Fue una experiencia enriquecedora, donde pude crecer muchísimo en amplitud de mente, referente al concepto de Pueblo de Dios. El Evangelio de la Gracia empezó a producir profundas impresiones en mi corazón. No comprendía mucho de lo que el Señor estaba planeando hacer en mi vida futura.

El año 1991 regresé, para ese entonces a la nueva Universidad Adventista del Plata (UAP). Muchas preguntas había en muchos alumnos sobre el nuevo rumbo que tomaría la institución, que hasta ese entonces se había regido por postulados y reglamentos basados en el Adventismo tradicional, (Adventismo Histórico). Muchas sorpresas nos llevamos con ciertos cambios que a muchos nos parecieron afectar los principios que seguíamos fielmente anteriormente.

En medio de cierta confusión respecto a los postulados del Adventismo empezamos a recibir en la biblioteca una revista titulada «Nuestro Firme Fundamento» de Hope Internacional, la línea más conservadora de los que se autodenominaban “Adventistas Históricos”. El grupo de Hope, estaba luchando para que no se modificaran ciertas posturas tradicionales que parecían afectar la doctrina Adventista.

Para ese año también escuché por primera vez los nombres de Desmond Ford y de Walter Rea, profundos enemigos de Hope, a quienes estos acusaban de estar destruyendo los pilares de la fe Adventista. No me interioricé mucho en la teología de estos personajes, pero sus nombres quedaron grabados en mi mente.

Todo esto impulsó a que para ese año pulularan distintas líneas de pensamiento dentro del Seminario.

Precisamente en esa época, dos compañeros empezaron a lograr un fuerte liderazgo promoviendo ideas, citas y debates entre los compañeros.

Ellos seguían una vida de cumplimiento estricto a sus convicciones. Lo más notorio era su alimentación. No comían carne, queso ni huevos, cumpliendo hasta un extremo irrisible las normas de estilo de vida enseñadas por Elena de White en el siglo XIX.

El año 1991 para mí fue un año de mucha confusión en el campo de las ideas. Había pasado mucho tiempo leyendo “Nuestro Firme Fundamento”.

Casi había llegado a la conclusión de que una de las verdades fundamentales del Adventismo era que existía la posibilidad “por la gracia de Dios” de vivir una vida sin pecado, antes de la venida de Cristo, cosa que predicaban estos compañeros con libros de Elena de White en la mano. Aunque yo intelectualmente aceptaba estaba posibilidad, en la práctica me parecía esto imposible.

Todo esto fue creando un gran conflicto en mi mente. Había cosas que no podía entender.

Para el año 1992, algunos cosas que ocurrieron aclararon mis ideas.

Un suceso que yo creo fue fundamental; fue el encontrar entre los casetes de sermones de la universidad un tema sobre Cristología que trajo paz a mi alma, y la seguridad de la Salvación. Rechacé y repudié totalmente las ideas perfeccionistas que durante más de un año habían confundido mis pensamientos y acciones. Tanto mis ideas como mi experiencia personal con el Señor tuvieron un cambio de 180º, diría yo. Tal vez, ese año podría decir yo fue el de mi nuevo nacimiento.

Ese año también me tocó ir a realizar mis prácticas de evangelismo en la ciudad de Punta Alta, unos 700 kilómetros al sur de Buenos Aires.

Fue mi oportunidad para empezar a predicar del gozo que produce ser Justificado por la Fe en Jesús. Mucho pesar me produjo tener que producir dolor en muchas personas, al tener que enseñar que por amor a Jesús ellos tenían que perder sus puestos de trabajo y el afecto de sus familias y amigos, cambiando sus estilos de vida, para adaptarse a los postulados del Adventismo.

Terminé teología el año 1993, con mucho gozo y paz, especialmente luego de tomar la materia Romanos. Era algo que ni yo podía explicar lo que estaba ocurriendo en mi vida.

Tal vez fue parte del propósito de Dios que al terminar la carrera, no haya formalizado un matrimonio. También yo tenía ciertas discrepancias con el sistema de trabajo de ciertos administradores. Mis críticas a los administradores de la iglesia eran abiertamente conocidas por todos.

Luego de un breve tiempo, ingresé al programa de Misión Global. Fui ordenado fuera del protocolo normal dado las urgentes necesidades del distrito de contar con una persona que dirija los ritos de la iglesia en la zona donde estaba.

En esa época mi propósito definido era ser un pastor Adventista Evangélico (basado en el Evangelio de las Buenas Noticias del Amor de Jesús, y no en programas apocalípticos característicos del Adventismo). Durante un buen tiempo lo pude hacer. Mi sueño de ver a una iglesia que predicara más de Jesús, y de la justificación por la fe también parecía estar haciéndose realidad.

Aunque en las iglesias locales encontraba personas muy legalistas, y un firme apego al Adventismo Histórico, me parecía que a nivel mundial, y a nivel de la Misión Paraguaya las cosas estaban cambiando. “Eso” era lo que yo creía.

Para diciembre de 1998 mis sueños empezaron a resquebrajarse en mil pedazos. Luego de una serie de desacuerdos con el presidente de la Misión Paraguaya, fui despedido por desobedecer el orden jerárquico, (o más bien “las órdenes jerárquicas”). Eran momentos de muchas preguntas en mi mente.

A partir de allí comenzó mi replanteamiento buscando que era realmente lo que ocurría en la iglesia Adventista del 7º día. ¿Eran errores de líderes humanos?, lo que sería comprensible, pues yo también soy un ser humano lleno de errores, o ¿eran problemas doctrinales teológicos?

El tiempo me dio las respuestas. Apoyando a una iglesia en Asunción, mis percepciones sobre los problemas en el Adventismo fueron creciendo, especialmente al trabajar con un pastor de una mente totalmente cerrada a cualquier innovación. Mi filosofía era siempre: Iglesia Reformada, siempre reformándose… Y esto era imposible con los adventistas.

Para Junio del año 2000 pedí mi renuncia a la Iglesia Adventista del 7º día. (Aclaré en mi carta de renuncia que repudiaba al Adventismo Histórico, y que seguiría siendo un Adventista Evangélico). Más tarde me dí cuenta que simplemente quería ser un Evangélico y no un Adventista.

Ya van varios años de procesos donde el Señor proveyó bálsamo a mi alma, y nuevos conocimientos y percepciones referente al Verdadero Evangelio. Actualmente tengo más afinidad con la comunidad anabautista menonita con quienes comparto una visión bastante aproximada a la comprensión del mensaje Bíblico. Me hice miembro de una iglesia Anabautista Menonita el año 2001.

Me he desprendido de las estructuras legalistas, para presentar el evangelio con un mensaje traído del siglo I, pero para el siglo XXI:

Tengo fuertes vínculos de amistad con otros grupos cristianos evangélicos, protestantes y anabautistas, aunque nos distanciamos de cualquier instancia que quiera establecer dogmas o reglamentos fuera de las sencillas enseñanzas del Nuevo Testamento o Nuevo Pacto.

Pasaré a continuar relatando los hechos que sucedieron en estos años y cómo fue mi salida de la iglesia Adventista del Séptimo día (IASD).

Recomiendo primeramente ver el video Adventistas Del Séptimo Día – El Espíritu detrás de la Iglesia – Siga leyendo el artículo abajo del video.

3. Aspectos Doctrinales

Una gran pregunta en mi mente era por qué la IASD no tenía buenas relaciones con las iglesias evangélicas.

Después de que fui despedido de la obra pastoral adventista (diciembre de 1998) las preguntas iban y venían a mi mente. Gracias a Dios por Radio OBEDIRA (FM 102.1), por Alfalit del Paraguay donde trabajé por 10 años (1999 a 2009), por el Instituto Bíblico Asunción (IBA), por la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL) donde cursé materias con los principales teólogos latinoamericanos.

También muchas gracias a los diferentes medios periodísticos que me dieron y me dan espacio, especialmente a la Revista La Fuente y a Evangélico Digital.

Recomiendo leer mis artículos sobre Biblia y Comunicación

Otro ministerio que me trajo grandes satisfacciones fue el de la enseñanza en  el Seminario Teológico Evangélico Santidad Sudamericano (SETESS) donde hemos enseñado varias materias, que me han ayudado primeramente a investigar en profundidad aspectos de la historia de la iglesia y específicamente de la iglesia evangélica Latinoamericana.

Gracias a todos los que me acompañaron en este tiempo, en un proceso que no fue fácil de 20 años fuera de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD).

También debo señalar que no recibí ninguna presión para dejar a los adventistas de parte de ninguna institución ni persona.

Las respuestas a mis preguntas vinieron sorpresivamente para mí, de grupos de personas que habían dejado la Iglesia Adventista Histórica y tenían páginas en Internet, contando sus razones por las cuales dejaron la denominación.

Algunos, claro abandonaron por rencillas y por conflictos, lo cual era comprensible para mí. Pero mucho me sorprendí de algunos que dejaron buscando simplemente la verdad Bíblica en Jesucristo, Dios hecho carne, El Verdadero Firme Fundamento de la Fe.

Tratando de sistematizar, voy a empezar a numerar algunas cosas que fui descubriendo:

1- Aunque la teología sistemática de la IASD tiene tal vez un 80% de doctrinas bíblicas, derivadas de iglesias evangélicas, (ellos tienen 28 doctrinas fundamentales), hay varios «dogmas» que no tienen ningún fundamento bíblico, y son de invento netamente humano. Aunque uno no lo crea, un poco de levadura leuda toda la masa, y un poco de teología equivocada, también leuda toda la masa. Personalmente creo que los puntos teológicos equivocados les han llevado a distorsionar totalmente la imagen de un Dios de amor y de misericordia.

2- Hay dos doctrinas muy peculiares que predican y defienden, que son las que van leudando las otras doctrinas, para hacer de la Iglesia Adventista una denominación legalista y heterodoxa, apartada totalmente de los postulados de Solo Cristo, Solamente la Fe, Solamente la Gracia, Solamente la Escritura.

Esas dos doctrinas son:

a) La doctrina del Santuario Celestial:

Aquí la Iglesia Adventista del 7º día Histórica asegura en base a un “estudio” de Daniel 8 y 9, y una serie de otros textos fuera de contexto, que Cristo pasó el 22 de Octubre de 1844, en el Santuario del Cielo, del Lugar Santo al Lugar Santísimo.

Allí, supuestamente, Cristo ingresó para realizar un “Juicio investigador”, en el cual deben ser borrados los pecados confesados, y finalmente los que figuran en los libros como «limpios» son los que van a ser salvos. Según ellos, el “Juicio Investigador” va a concluir algunas semanas antes de que Cristo venga a la tierra por Segunda vez.

b) La doctrina de la inspiración profética de Elena de White:

La Iglesia Adventista del 7º día Histórica asegura en su teología sistemática, en una de sus creencias fundamentales, que el don profético para el tiempo del fin, fue dado a “la iglesia Remanente” por medio de Elena de White (una de las fundadoras del movimiento Adventista 1843 a 1915).

Aunque podría asegurarse un buen papel en la formación y liderazgo de la iglesia (así como Wesley, Lutero, Calvino, Meno Simons y otros fueron líderes de sus denominaciones) la iglesia Adventista va mucho más allá dando a los escritos de Elena de White un valor canónico, cumpliendo el rol de intérprete de la Biblia, y fundamento para toda creencia y práctica de los miembros de la iglesia.

Aseguran con algunos textos (totalmente agarrados de los pelos) que ella es el “espíritu de la profecía” o “la pluma inspirada”… prometida para los tiempos de tinieblas espirituales (“una luz menor para guiar a la luz mayor”).

Estas dos doctrinas «Históricas», hacen que todo lo demás esté leudado de un espíritu exclusivita y legalista, lo que hace finalmente que las demás 26 doctrinas, estén saturadas de interpretaciones peculiares.

Todo esto se vive en el marco de una escatología aberrante y disparatada, que guía ciegamente a la gran mayoría por caminos sinuosos y erráticos.

Solo pocos se dan cuenta de cuánta influencia tienen estas doctrinas, y de las consecuencias prácticas e implicancias que tienen en el tema de la Salvación.

Como influyen estas doctrinas en todo lo demás:

a) Influye en la Doctrina de la Salvación:

Aunque los adventistas aseguran creer en la salvación por fe, ellos en la práctica creen en la salvación por ser parte del “Remanente”, que tiene el “espíritu de profecía”, lo cual le da una guía segura para que sus nombres se mantengan puros y perfectos en los libros del Santuario Celestial. Fuera de que esto en resumen es puramente salvación por las obras, las doctrinas adventistas dan a sus miembros un falso sentido de seguridad, basados en su afiliación y la guía segura de su profetisa.

b) Principalmente influye en la escatología

Todo en la Iglesia Adventista del 7º día Histórica, gira en torno a la Escatología.

Daniel y Apocalipsis, y los diagramas del “tiempo del fin” son pan de cada día, como diríamos. Por una parte la singular doctrina del Remanente, también sacada de textos fuera de contexto.

Estos aspectos durante un tiempo fueron perdiendo fuerza en ciertos autores adventistas.

Pero creo que últimamente el bombardeo de los Adventistas Históricos con dudas referente a los administradores de la iglesia, ha vuelto a inducir a los pastores y predicadores, y autores de libros a incursionar permanentemente a esta área, donde muchos creo que han patinado y perdido el equilibrio referente a aspectos centrales de la Palabra de Dios.

c) La doctrina distintiva del sábado:

Aunque no creo que guardar el sábado sea no evangélico, creo que la peculiaridad de los Adventistas, de atribuirle al descanso sabático el rol de “sello de Dios” en contraste con “la marca de la bestia” a la que ellos denominan al domingo, hace que realmente la iglesia a la que pertenecí por mucho tiempo, tenga realmente una espantosa soteriología, basada en la “salvación por el sábado”,

Aunque muchas veces ellos niegan esto, en la práctica, en la enseñanza de la IASD Histórica, y en sus libros de escuela sabática, aún de los niños, hay abundante evidencia de una salvación por las obras. Para fundamentar esto utilizan las dos doctrinas distintivas: En el Santuario Celestial, en el lugar santísimo, como elemento principal, no está la sangre de Jesús, sino la tabla de los 10 mandamientos con “una luz especial iluminando el cuarto mandamiento”.

En la práctica esto se lleva a verdaderas locuras de fanatismo, como que el Sábado (desde la puesta del sol del viernes) no hay que ir a la facultad, no hay que trabajar, no hay que comprar ni vender nada, no hay que jugar, no hay que bañarse en la piscina, no hay que cocinar, etc, etc. hasta lo verdaderamente problemático, es que ellos vean a todos los que no cumplen estos parámetros como pecadores, que están siendo juzgados como no dignos de entrar al reino celestial, en estos mismos momentos en el Santuario Celestial.

Si Ud. no lo cree lo que le estoy diciendo, simplemente asista un par de sábados a alguna iglesia Adventista del 7º día Histórica, agarre y lea algunos de los libros de Elena de White.

Puede leer “El gran conflicto”, o conocido también como “El conflicto de los siglos”, o alguno no tan conocido donde ella realmente es específica, como en “Mensajes Selectos”, o sus “Testimonios para la iglesia”.

d)  En el Estilo de Vida del miembro Adventista del 7º día:

Desde la alimentación, la educación de los hijos, la predicación a los “que no tienen la verdad”, la música (desde luego solo la música autorizada por E. White es la correcta para escuchar), la recreación, la vestimenta (nada de joyas, ni de ropas seductoras), y la mayordomía. Tal vez donde más he notado que hace efecto la doctrina del Santuario y la del don de profecía es en la mayordomía. Es asombroso ver como los Adventistas presionan de diversas maneras a sus miembros.

Un ejemplo es crear en cada persona una especie de cargo de conciencia cuando no dan el 25% de sus entradas (un 10% para mantener el sistema organizacional mundial, más un 7,5% para las misiones mundiales y un 7,5% para la iglesia local). Las donaciones deben entregarse en sobres con nombres, y en el momento de realizar las elecciones anuales de líderes locales son tomadas muy en cuenta los registros donde figuran los aportes ingresados.

Y etc., etc., Todo está estipulado, toda conducta, todo pensamiento, todo está regido por un código de ética Whitesista, reformulado y acrecentado por los intérpretes y exegetas de los escritos de Elena de White. La estructura piramidal de la denominación no permite que ningún miembro pueda disentir en cualquiera de los puntos a los que generalmente llaman “pilares de la verdad”.

Por esto, firmemente creo yo que la Iglesia Adventista Histórica No es Evangélica.

La iglesia Adventista se ha apartado (o nunca tuvo) los fundamentos de la Reforma Protestante: los Principios de Solo Cristo, solamente la Salvación por la Fe en Jesús, a través de la Gracia de Dios, y Solamente la Biblia, como norma de Fe y Conducta. La iglesia Adventista del 7º día Histórica no es heredera en lo más mínimo de la Reforma Protestante. Es más, yo diría que es heredera de la Deforma Atrofiante. Una deformación que le impide dar cualquier paso al costado en búsqueda de Jesucristo.

4. Algunas aclaraciones

Aunque describo rotundamente a los Adventistas  como sectarios y  definitivamente ellos no son evangélicos, creo también definitivamente, que dentro de la iglesia Adventista del 7º día, existen personas individuales, que son evangélicos, bíblicos.

Incluso hay pastores, que están sufriendo y algunos de ellos orando y procurando un cambio en el rumbo caótico de esta denominación. Muchos no saben qué hacer, y están con mucho miedo a abandonar el barco, ya sea por cuestiones de fe, temor a las iglesias dominicales, y principalmente a perder a sus familias y amigos.

Existen historias de vida de miles de otras personas que abandonaron la iglesia Adventista del 7º día y hoy en día son creyentes Evangélicos, convertidos y salvados por la Gracia de Dios en base a las grandiosas y maravillosas promesas de nuestro Señor Jesucristo.

También conozco el testimonio de personas que continúan en la Iglesia Adventista y que discrepan con el rumbo doctrinal de la misma, pero permanecen allí por no crear conflictos familiares, y rompimiento de viejas amistades. Por eso creo que el fenómeno adventista no es posible comprenderlo solamente desde el punto de vista doctrinal, sino que hay que comprender al mismo tiempo cuestiones sociológicas y antropológicas.

5. Aspectos de la Historia reciente de la Iglesia Adventista del 7º día y sus doctrinas distintivas.

Si no vio la serie de videos sobre las doctrinas adventistas comparto una serie de 40 videos de diferentes pastores y miembros adventistas donde se analizan las doctrinas de esta iglesia – Siga leyendo el artículo abajo del video. 

Aunque sería sumamente largo exponer toda la historia reciente sobre los conflictos internos de la Iglesia Adventista del 7º día voy a tratar de narrarlos de manera amena y breve para que todos podamos entender:

Un punto verdaderamente resaltante en la Iglesia Adventista del 7º día se da con sus primeras relaciones con las iglesias Protestantes en los Estados Unidos de Norteamérica, en la década de 1950.

El total de las denominaciones Protestantes estaban seguras que la IASD no era evangélica, hasta que un estudioso de las Creencias de las denominaciones (Apologética), el Dr. Walter Martin, reconocido teólogo Protestante tuvo el deseo de realizar una evaluación de la Iglesia Adventista, en base a diálogos con los dirigentes, y estudios de los libros y documentos representativos de la denominación.

Aunque con cierta cautela, algunos entusiastas teólogos Adventistas aceptaron el desafío, no plenamente conscientes de lo que ocurriría en ese proceso.

El Dr. Martin, además de un estudioso cristiano, era realmente un cristiano evangélico comprometido con el Señor, y con muy sinceras intenciones de buscar la verdad en este proceso.

Luego de numerosos encuentros, los representantes de la comisión de diálogo de la Iglesia Adventista del 7º día, editaron un libro que se llamó: Los Adventistas responden a preguntas sobre doctrinas (Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine).

En este libro el Dr. Martin formula preguntas, y los teólogos Adventistas responden.

Fuera de que en este libro se trata de solapar las posturas extremistas del Adventismo Histórico, se seleccionan las doctrinas Adventistas y se formulan declaraciones, con un lenguaje muy cordial y ameno, presentando textos bíblicos y declaraciones de Elena de White y de la Conferencia General, de una manera muy interesante y novedosa.

Todo el libro “hace” que las doctrinas adventistas aparentemente concuerden con los postulados básicos de la Reforma Protestante (muy buen trabajo, de paso al intentar abrir un camino nuevo hacia un Adventismo Teológicamente Evangélico).

Surgió un libro muy interesante. Parecía ahora que la Iglesia Adventista del 7º día se dirigía rápidamente hacia una plena comunión con la Teología Evangélica, aunque con características particulares.

Esto pareciera perfectamente entendible en un contexto de pluralismo teológico, donde las diferencias menores, referente a cada iglesia se manejan con respeto por las demás.

La publicación del libro trajo tremendas discusiones con los “ADVENTISTAS HISTÓRICOS”, un interesante proceso se inició.

A partir de allí numerosos teólogos Adventistas empezaron enfatizar sin temor alguno, la Justicia y la Salvación solo por la Fe, y algunos incluso se predispusieron a practicar el principio de Sola Scriptura (Solamente la Biblia), iniciándose un aparente proceso de corrección doctrinal en la denominación. Algunos también buscaron el tema de Solamente Cristo, pero no estoy seguro que lo hayan logrado.

De paso, veo muy saludable los procesos de corrección en toda iglesia denominacional, y más aún a nivel personal individual. No podemos estar creyendo lo mismo siempre. Admiro el proceso y lo catalogo de ejemplar al ocurrido en la iglesia de Dios Universal (No confundir con la Secta Brasileña Iglesia Universal del Reino de Dios). La Iglesia de Dios Universal fue un culto de los más extremistas en su tiempo. Su fundador fue el norteamericano Herbert W. Armstrong que junto con sus hijos (Richard David y Garner Ted) y sus más allegados aliados (los Evangelistas y ministros ungidos) crearon un emporio que tenía el único objetivo de lavar las mentes de sus fieles, y sus «bolsillos» también. Ahora, esta iglesia ha sufrido muchos cambios doctrinales y ya es una más del cristianismo protestante de corriente principal. El nombre de esta iglesia transformada por la verdad es Comunión de Gracia Internacional. Luego del video (active los subtítulos en español ) nuestro artículo continúa. Siga leyendo

Material recomendado

Continuando con la historia, vamos a ver lo que ocurrió en la Iglesia Adventista luego del lanzamiento del libro Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine.

En primer lugar fue un impacto muy grande en el mundo Cristiano Evangélico.

El Dr. Martin aseguró que los Adventistas eran Cristianos evangélicos realmente “tal vez un poco inmaduros en su teología y que se aferraban a conceptos y enseñanzas absurdas”, pero bueno, los aceptó como parte de los Evangélicos ya que sus doctrinas concordaban con los postulados de la Reforma Protestante.

Recién habían comenzado los problemas para los escritores del libro. Uno de los postulados básicos del Adventismo Histórico es que: “Es posible para el cristiano alcanzar un estado de vida sin pecado antes de la venida de Cristo”. Es más, es para los Adventistas una de sus principales enseñanzas, ya que para esto existe el “Juicio Investigador”, para “verificar” quienes realmente pueden vivir sin pecar.

Este postulado no apareció en el libro de Respuestas al Dr. Martin. Es más, se negó que la iglesia cree y predica esta enseñanza.

Por un lado comenzaron feroces reacciones de los Adventistas Históricos, para sacar del control de la iglesia a los autores del libro, y sacar de circulación el libro.

Para inicios de 1970 el objetivo fue logrado, y pronto en la Asociación General estaban acaparando los lugares varios exponentes del Adventismo Histórico. Esto trajo una tremenda turbulencia tanto administrativa como doctrinal dentro de la denominación.

Los teólogos de la postura evangélica fueron literalmente perseguidos.

Para esta década empiezan a salir multitudes de teólogos de la denominación, encabezados por el Dr. Desmont Ford, (uno de los principales teólogos Australianos) quien el 27 de octubre de 1979, proclamó públicamente que hacía más de treinta años que no había creído la doctrina adventista del santuario. De igual manera puso en duda el concepto de Elena de White como profetisa inspirada por Dios.

Ese día fue decisivo para muchos. Muchos aplaudieron jubilosos las declaraciones del Dr. Ford.

Luego de esto el Dr. Ford fue llamado a un tribunal de sentencia, en Glaciar View (Estados Unidos) (abril de 1980) donde el Dr. Ford fue despojado de sus credenciales ministeriales. Luego comenzó una caza de cabezas, casi al estilo de la Inquisición tras los seguidores del Dr. Ford, o más bien los seguidores de la línea Adventista Evangélica.

Aquí recomendamos leer la Biografía completa del Dr. Desmond Ford para entender de forma más completa el conflicto entre Ford y los líderes adventistas de la década del 70′

Seguidamente presentamos algunos de los postulados del Dr. Desmond Ford:

“Lo que el sumo sacerdote hacía una vez al año al entrar en el Lugar Santísimo, Cristo lo hizo con su muerte y ascensión. La purificación del santuario celestial fue también su dedicación, y por lo tanto apuntó a un evento ocurrido al comienzo de la era cristiana principalmente, no a su final. La purificación del santuario y la entrada de Cristo en aquel lugar ya habían ocurrido en el tiempo cuando se escribió el libro de Hebreos”,

“El hecho de que 1844 se fundamente en varias suposiciones imposibles de demostrar no invalida que Dios haya hecho surgir un pueblo especial” (refiriéndose a la Iglesia Adventista).

“El cuerno pequeño, no los creyentes, es el objeto de la investigación en el juicio del libro de Daniel. Los santos jamás son el centro de la investigación divina”.

“Los temores respecto de la posición personal ante el juicio investigador han despojado a muchos miembros de la iglesia del valor del testimonio gozoso. Cuando se presenta el juicio en la forma tradicional, el resultado es el legalismo y la falta de confianza, porque generalmente se olvida la primacía de la gracia y de la justicia imputada”

“Dios no necesita 140 años para decidir el destino de los hombres y las mujeres”.

“Hebreos afirma claramente que en cumplimiento del simbolismo del Día de la Expiación, Cristo, por medio de la cruz – resurrección – ascensión, entró al ministerio prefigurado por el segundo compartimiento del santuario, el lugar santísimo. Hebreos 9 enseña que el Día de la Expiación fue cumplido por Cristo en el 31 DC”. Aquí Desmond Ford también cita a Elena de White que dice en Palabras de Vida del Gran Maestro 318: “Cristo vino para demoler todo muro de separación, para abrir todo departamento del templo, para que cada alma pudiese tener libre acceso a Dios”.

En todo momento el Dr. Ford enfatizó que en Hebreos 9: 11 y 12 el término griego “Ta Hagia”, se refiere literalmente al Lugar Santísimo.

Con respecto al aspecto de la doctrina distintiva de la inspiración de Elena de White, el Dr. Ford señaló:

“En toda disciplina nuestros eruditos se sienten paralizados por temor de que la expresión de sus conclusiones eruditas parezca contradecir a Elena G. de White. Esta es una posición deplorable, y la iglesia progresará muy poco hasta que se remedie esta situación. Nuestro mayor error ha sido hacer que los escritos de Elena G. de White tengan poder de veto sobre las Escrituras.”

Tenemos que señalar que aunque el Dr. Ford y su señora dejaron el ministerio no abandonaron la feligresía de la denominación aunque se pusieron trabas para que jamás pudiera predicar en un templo adventista, e incluso se ponían sanciones de disciplina eclesial a quienes tuvieran contacto con él o asistan a algunas de sus predicaciones y charlas en el lugar que sea. Más de 120 pastores y profesores Adventistas dejaron el ministerio siguiendo los postulados del Dr. Ford. El Dr. Ford falleció en Australia en marzo de 2019.

Aquí recomendamos leer la Biografía completa del Dr. Desmond Ford para entender de forma más completa el conflicto entre Ford y los líderes adventistas de la década del 70′

Disponemos un video en inglés donde el Dr. Ford explica el conflicto que tuvo con los líderes de la Iglesia Adventista. Siga leyendo el artículo abajo del video.

Dr. Walter Rea

Otro pastor destacado por su expulsión del ministerio y de la iglesia fue Walter Rea quien acusó con abundante documentación comprobada a Elena de White de plagiar a autores de su época.

Continuemos con la Historia

El Dr. Walter Martín dijo a principios de 1980 estuvo en un programa de televisión realizando un nuevo análisis de la Iglesia Adventista, la expulsión del Dr. Desmond Ford, el tema de «la doctrina del juicio investigador» y el papel de autoridad de la Biblia y Elena de White en esta iglesia.

Desglosamos parte de las posturas en uno de sus libros:

“Debo, por la presente, permanecer tras mi evaluación original sobre los Adventistas del Séptimo Día, tal como presenté en mi primer libro sobre ese tema, y más tarde en la primera edición de este volumen. Sólo los eventos que todavía no se han desarrollado, pero que son conocidos por el Señor, determinarán si mi evaluación necesitará ser revisada en el futuro. Es mi oración que las corrientes desviadas dentro del adventismo contemporáneo no prevalezcan, y que el adventismo continúe siendo cristiano y evangélico, aunque singular como una denominación cristiana”.

El Dr. Martin tenía todavía esperanzas.

En su libro, el Dr. Martin señaló lo siguiente:

“Durante los últimos diez años la iglesia Adventista del Séptimo Día ha visto más turbulencia, tanto administrativa como doctrinal, que en cualquier otro tiempo en la historia de la organización. Administrativamente hablando, ha habido un número de líderes y pastores que han sido apartados de sus puestos a causa de sus supuestas o probadas actividades financieras irregulares, incluyendo la apropiación de fondos. A nivel del gobierno de los Estados Unidos, la IRS, SEC, FBI y el Departamento de Justicia, todos han iniciado investigaciones, y algunos administradores de la Asociación de los Adventistas del Séptimo Día podrían incluso enfrentar juicios de fraude.

Doctrinalmente hablando, la iglesia ha desarrollado una gran división entre aquellos miembros y líderes que están sólidamente dentro del campo evangélico cristiano, y aquellos miembros y líderes que a causa de su énfasis en la justicia por las obras, legalismo y la posición profética otorgada a la fundadora Elena G. de White, muy bien pueden con el tiempo mover a la denominación fuera del campo cristiano evangélico y llevarla quizá a ser verdaderamente una secta”.

Luego que ocurrió la crisis en la IASD con el Dr. Ford, el Dr. Walter Martin, quien había sido el primero en promover al adventismo entre los evangélicos tuvo que dar una frenada y reexaminar sus posturas.

¿Creían realmente los adventistas en la Salvación únicamente por la Fe, a través de Jesucristo y la Gracia de Dios, o no? ¿Y creían realmente en el principio Sola Scriptura, o no?

Varias cuestiones llevaron a confirmar al Dr. Martin que el Adventismo había tenido un retroceso con respecto a Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine. ¿Hacía donde iría la IASD? Solo Dios lo sabría.

El caso de John Ankerberg Show

Video del programa completo, subtitulado al español. Siga leyendo el artículo debajo del video. 

Pocos meses después, el Dr. Martin fue invitado a un programa de televisión evangélico muy popular, “John Ankerberg Show”, juntamente con el pastor Adventista Dr. William Johnson, director de la Revista Adventista (Reviw and Herald)

Hablando ante las cámaras sobre el tema de la expiación, el Dr. Martín aseguró que los adventistas habían dejado de creer en la expiación incompleta en la cruz del calvario. El aseguró que incluso esto se encontraba en los libros de Elena de White, señalando un párrafo que dice: “Cristo plantó la cruz entre el cielo y la tierra, y cuando el Padre contempló el sacrificio de su Hijo, se inclinó ante éste en reconocimiento a su perfección. Es suficiente – dijo Dios. La expiación está completada” (Reviw and Herald, 24 de setiembre de 1901)

El Dr. Martin aseguró que aunque reconocía que algunos adventistas habían rechazado el libro Seventh Day Adventist Answers Questions on Doctrine, esto no había sido hecho por los directivos de la iglesia.

Luego el programa se dirigió hacia el papel que Elena G. de White desempeñaba en la iglesia. ¿Se la consideraba como a una intérprete infalible de las Escrituras? ¿Estaban los adventistas en libertad para descartar cualquier porción de sus consejos que eligieran?

Luego de tomar algunos ejemplos en donde Elena de White cambió su posición original sobre algún aspecto, el presentador del programa volvió a preguntar sobre la infalibilidad de Elena de White. El Dr. Jhonson reaccionó así: “Le daré mi respuesta: No es una intérprete infalible de las Escrituras”

La atención se dirigía ocasionalmente durante el programa a la doctrina del santuario.

El Dr. Martin, expresó sus puntos de vista sobre los errores del adventismo en la interpretación de Hebreos 9.

Entonces el Dr. Matin aseguró que bueno, los adventistas ahora creían que ese “juicio investigador” en realidad no tenía nada que ver con la salvación del creyente, sino más bien con las “recompensas”. Dijo: “Puede tener algo que ver con cuántas estrellas llevará en su corona, o con cuantas habitaciones tendrá en su mansión, pero de todas maneras va a llegar al cielo”.

A lo que el Dr. Johnson respondió: “Bueno, yo no creo en absoluto que el juicio sea para nuestra salvación”.

Para volver más interesante y emocionante el programa de TV, un personaje de la tribuna de oyentes que estaban en el canal se para y dice lo siguiente:

“Yo soy pastor Adventista. Me pregunto si el Dr. Johnson podría decirnos: ¿Qué aplicación cristiana tiene para nosotros el mensaje de 1844? Nos trae vergüenza y malentendidos con el mundo cristiano y con los cristianos evangélicos. ¿Por qué no abandonamos el asunto? ¿Qué valor tiene? Como pastor nunca he podido encontrarle a esa doctrina valor cristiano alguno”.

Al cerrar el programa el Sr. Ankerberg le preguntó al Dr. Martin si el Adventismo estaba por convertirse en una secta. La respuesta fue la siguiente:

“Todavía no, pero se está acercando a ese punto”

6. ¿Hay dos tipos de Adventismo?

La gran pregunta es: ¿Hay dos tipos de Adventismo dentro de la Iglesia Adventista del 7º día?

Tal vez sí, tal vez no. Desmond Ford fue destituido, y tras él nadie se anima a hablar sobre el tema.

Los que más se acercan a una postura Evangélica, simplemente no hablan de los conflictos que tienen ellos con las doctrinas adventistas históricas.

Aparentemente hay un gran número de miembros adventistas de tendencia evangélica, pero ciertamente no lo expresan luego de Glaciar View.

Pero lo que yo creo (Wolfgang) y me atrevo a decir categóricamente es que el Adventismo histórico gobierna la Asociación General, encabezado por Ted N. C. Wilson (hijo de Ted N. C. Wilson padre, quien fuera presidente de la Asociación General de 1979 a 1990 quién destituyó en Agosto de 1980 a Desmond Ford). Todas las secretarías de la Asociación General (las distintas Divisiones), Uniones, Asociaciones, Misiones, y la mayoría de las iglesias siguen manteniendo los postulados del Adventismo histórico, legalista y lleno de ideas sin una clara base bíblica evangélica.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) es una denominación apartada de los postulados Evangélicos de la Reforma Protestante, con una doctrina extraviada, confusa, y que compromete la verdad del evangelio. Sus puntos de vista sobre el Santuario y 1844, no tienen ningún fundamento bíblico.

También aceptan sin reparo la autoridad suprema de Elena de White para la interpretación de cualquier pasaje bíblico o doctrina de la iglesia.

Podrán aparentar ser una iglesia evangélica ortodoxa bíblicamente.

Podrán aparentar ante sus propios miembros de iglesia.

Pero al final y al cabo, las apariencias engañan.

Tal vez haya en la Iglesia Adventista del 7º día personas sinceras, que están en un proceso, pero es simplemente un proceso. Tarde o temprano tendrán que pasar a la luz, si están en búsqueda de la luz.

Si hay pastores y miembros sinceros, yo creo que no podrán continuar por mucho tiempo siendo leales a su conciencia y a la Palabra de Dios, perteneciendo a una iglesia no apegada a los postulados básicos de la Palabra de Dios. El Espíritu Santo del Dios de la Biblia señala categóricamente que Él guía a la Verdad, y a toda la Verdad. Y si Él es el que guía, no creo que ninguna persona sincera pueda resistirse.

Puedo mencionar que Desmond Ford fue uno de los que dio el puntapié a muchos empleados adventistas que ya manejaban ideas evangélicas. Se calcula que más de 150 pastores se retiraron de la IASD luego que Ford fuera despedido del ministerio. Aunque Ford tuvo un alejamiento inicial, nunca dejó la IASD, y formó un ministerio independiente apoyado financieramente mayormente por adventistas que no creen en la «doctrina del santuario celestial», «o el juicio investigador pre advento», con la fecha de 22 de octubre de 1844.

Aquí recomendamos leer la Biografía completa del Dr. Desmond Ford para entender de forma más completa el conflicto entre Ford y los líderes adventistas de la década del 70′

Se sabe por fuentes ciertas que muchos adventistas no creen en esta doctrina, tanto en EEUU, en Australia y otros lugares, pero para no crear conflictos permanecen callados. Aparentemente Ford se ha mantenido callado aunque con un gran énfasis en predicar el evangelio y la salvación por la fe.

Uno de los pastores que tuvo un corte radical fue Dale Ratzlaff (Estados Unidos), quien tiene su propio ministerio e imprenta siendo actualmente netamente de corriente evangélica. LAM Publicattions en Camp Verde, EEUU.

En español

El deseo de Walter Martin

El deseo del Dr. Martin fue siempre ver a una iglesia Adventista Evangélica.

En 1989 expresó lo siguiente:

“La mayor alegría de mi vida en el adventismo, y en mis diálogos con ellos, es haber estado en la ciudad de Jerusalén con Roy A. Anderson, en el año 1970 y ver a Roy Anderson servir la Santa Cena a pastores evangélicos, a hombres que veinte años atrás ni siquiera habrían mirado en su dirección, y quiénes ahora lo estaban llamando amado hermano y lo abrazaban, presentándolo como el hombre que es la cabeza de los pastores Adventistas del Séptimo Día alrededor del mundo, un hermano en Cristo. Eso sí valió la pena. Volvería a repetirlo de nuevo, con tal de volver a experimentar ese glorioso momento”.

—–

Lastimosamente hoy en día el Adventismo volvió a su rumbo original. No es más que llanamente una iglesia o grupo fuera de la orientación principal del Cristianismo Bíblico. Esto lo confirmaron ellos mismos hace muy corto tiempo, entre el 6 y el 9 de Agosto de 2007, en un encuentro teológico con la Alianza Mundial Evangélica. (Aquí va el documento oficial solamente como respaldo).

Conversaciones entre la Iglesia Adventista del Séptimo Dia (IASD) y la Alianza Evangélica Mundial (AEM)

http://bit.ly/2T935PM

http://bit.ly/3bXcsuu

Miembros representativos de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial (AEM) se reunieron del pasado 5 al 10 de agosto de 2007 en la Andrews University, Berrien Springs, Michigan. Las dos organizaciones realizaron unas conclusiones del encuentro que se han plasmado en una declaración conjunta que reconoce aspectos teológicos en común, pero también diferencias manifiestas que impiden por parte de la AEM el reconocimiento de la Iglesia adventista como evangélica o protestante.

Las conversaciones representan el seguimiento de una ronda inicial de discusiones entre las dos organizaciones llevada a cabo en Praga, República Checa, en agosto de 2006. Se aguardaba que la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial (AEM, por las siglas en inglés, o AEM en castellano) realizasen una declaración conjunta en los meses siguientes donde identificasen los objetivos comunes y los resultados de las discusiones teológicas entre las dos organizaciones.

Rolf Hille, presidente de la Comisión teológica de la AEM, y Juan Graz, secretario del Consejo para relaciones interreligiosas de la iglesia Adventista del Séptimo día, organizaron las conversaciones. Las discusiones teológicas fueron presididas por Hille y Guillermo G. Johnsson, ayudante al presidente de la conferencia general de los Adventistas del Séptimo día para las relaciones Interreligiosas. La AEM también fue representada por J. Buchegger, Bonn Clayton, James Kautt, Herberto Klement, Sven Wagschal, y Reinhard Hempelmann.

«Pudimos compartir con el mundo evangélico la compresión que tiene la Iglesia adventista de sí misma, en un esfuerzo para eliminar los prejuicios y clarificar las preguntas respecto de nuestro mensaje», dijo John Graz, organizador de la reunión y secretario del Concilio de Relaciones Interreligiosas de la Iglesia Adventista.

La AEM representa a unos 420 millones de cristianos evangélicos de diversas denominaciones en todo el mundo.

La Iglesia Adventista cuenta con 15 millones de miembros en más de 200 países.

COINCIDENCIAS TEOLÓGICAS

Las dos instituciones compartieron una «gran medida de cuestiones y acuerdos teológicos”, dijo Ángel Rodríguez, director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Iglesia Adventista. De hecho, los participantes adventistas se adhirieron a la Declaración de Fe de la AEM, que se centra en la Biblia como la Palabra de Dios, la persona de Jesucristo y su obra de salvación, la justificación por la fe, la oración, la conversión, la santificación y la Segunda Venida de Cristo.

Por lo tanto, se aceptó por ambas partes sin duda alguna la autoridad y la supremacía de la palabra de Dios, la Trinidad, las naturalezas divinas y humanas de Cristo, la salvación por la fe en Cristo solamente, la importancia de la oración, la conversión personal, y la santificación, y la esperanza de la segunda venida de Cristo y del juicio final. Hubo también acuerdo acerca de no fijar nunca una fecha concreta con respecto al segundo advenimiento.

Y LAS DIVERGENCIAS

Según relata el informe se hallaron también significativas áreas de desacuerdo entre las dos organizaciones, fundamentalmente en relación con las enseñanzas adventistas del juicio previo al advenimiento, el papel y la autoridad de Elena G. de White y el sábado como día de reposo para los cristianos.

Por ello, y a pesar de las antes mencionadas coincidencias, estos puntos de divergencia se consideraron lo suficientemente importantes como para no poder estar vinculadas en ningún aspecto religioso las entidades representativas de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial.

CONCLUSIONES del documento

Sin embargo, los participantes concluyeron que los temas en común permiten que los adventistas y la AEM cooperen en temas comunes, tales como Sociedades Bíblicas, la libertad religiosa o la ayuda social.

Al mismo tiempo, se reconoce el derecho e incluso la responsabilidad de todas las iglesias de cooperar y mantener sus propias enseñanzas doctrinales distintivas; entendiendo siempre que los principios de la libertad, de la tolerancia, de la voluntad, y del respeto religiosos prevalecen en todos los casos.

7. Conclusión final

Yo, Wolfgang Streich, luego de haber nacido en una familia Adventista de 3º generación, y haber sido miembro por 21 años, y líder en el ministerio Misión Global de la denominación por casi 5 años, luego de varios años de análisis y estudio sobre el tema, creo que la Iglesia Adventista nunca estuvo dispuesta a reconocer sus errores ni nunca los reconocerá. Seguirá siendo tal vez un 80 % bíblica (mezclada con «el espíritu de la profecía) , pero un punto teológico equivocado afectará siempre a otros puntos, como la levadura leuda la masa, y eso siempre traerá problemas más serios.

La escatología adventista constituye una ensalada de cálculos matemáticos basados en textos fuera de contexto, que lo único que pretende demostrar en base a ciertos algoritmos “lógicos” que la iglesia Adventista es la única iglesia verdadera del “tiempo del fin”, y que todos los que no se alíen con ella y acepten “sus verdades” serán castigados al finalizar “el gran conflicto” entre el bien y el mal.

Todo lo demás, la justificación, la santificación y la glorificación está llena de un adventismocentrismo aberrante que contradice la verdad fundamental del Evangelio: Solo Cristo – Cristo es el centro del todo.

Esto va a continuar así posiblemente hasta que Cristo venga en Gloria y Majestad. Es muy humillante para cualquier Adventista reconocer que su iglesia estuvo equivocada durante más de una centena de años.

El último año de mi ministerio en la iglesia Adventista (1998) llegó a nuestro campo con bombos y platillos el libro del Dr. Samuel Koranteng Pipim, “Recibiendo la Palabra”. Ese fue uno de los aspectos que más seguridad me dio de abandonar ese terrible barco…

Allí se afirma que los que dejamos de creer en Elena de White, y en la doctrina del Santuario, somos unos “liberales” de la escuela de la “alta crítica” y que así como dejamos de creer en las “doctrinas distintivas” tampoco creemos en la fidelidad de la Biblia.

Falacias como estas aún me dejan perplejo…

Al dejar la iglesia Adventista, fue cuando mejor pude estudiar la Biblia, con una lupa, sí, con una lupa para ver a profundidad lo que dice el texto, y con un borrador, para borrar interpretaciones que me enseñaron, y con auriculares, para no escuchar la voz de las teorías humanas, sino solo la voz de Dios.

Por eso, no soy Adventista del 7º día. No creo en la dirigencia de los adventistas del 7º día (IASD).

La mayoría de sus miembros de la IASD están dominados por una ciega pasión, temiendo modificar una coma o una tilde a las posturas históricas de la Sra. Elena White, a pesar de que algunos saben, y han sido advertidos de diversas maneras sobre las cuestiones que hay en juego detrás de todo esto.

Aseguro, categóricamente que las escuelas adventistas, los colegios y Universidades dirigidos por la denominación permanecen firmes a “los pilares” históricos.

Aunque las instituciones de la IASD aseguran ser espacios plurales de pensamiento, han creado sistemas de estructuras mentales por los cuales los niños y jóvenes Adventistas están determinados a creer solo en lo que enseña la denominación, sin tener la más mínima posibilidad de diferir ni de comparar sus creencias con las de otros.

Mi anhelo y mis oraciones son por las personas que están dentro del sistema y sinceramente están buscando un correcto entendimiento de las verdades bíblicas.

Compartimos los mejores videos en español, testimonios, conferencias y documentales:

En este momento estamos presentando tres listas de videos sobre los problemas doctrinales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. La primera está en español y tiene cerca de 40 videos.

2) Esta lista de más de 30 videos está en inglés pero subtitulada al español, con temas referente al Dr. Desmond Ford, su postura teológica sobre el juicio Investigador y el tema de la autoridad de Elena de White en el adventismo contemporáneo.

3) Diversos materiales interesantes referente a la denominación Adventista del 7mo día.

Comunión de Gracia Internacional – Una iglesia que dejó a su profeta y se volvió al evangelio